jueves, 27 de agosto de 2020

El dibujante

 


Escena de la película El contrato del dibujante



El cine de Peter Greenaway se caracteriza por el minucioso trabajo visual en cada una de las tomas de sus películas, el trabajo de la dirección de arte es clave para la producción de sus piezas. Es muy común encontrar imágenes con encuadres centrados y el uso de la hipérbole, que acude a lo grotesco para desarrollar los escenarios en los que se encuentran los personajes.

 El contrato del dibujante (The draughtsman's contract) se estrenó en 1982, cuenta la historia del caballero Neville, un dibujante que llega a la mansión de Mr.Herbert para producir doce dibujos de dicha edificación. Sin embargo, en ausencia de este señor conoce a su mujer, una dama que llevará a cabo un contrato con el protagonista en el que, además de aportar sus honorarios económicos, esta mantendrá relaciones sexuales con él. Así, Neville pasa sus días en la mansión junto a personajes del rococó inglés, con sus maquillajes y sus prendas sobrecargadas. Cada toma de la película se produjo con un exigente trabajo visual en cada uno de los personajes, que parecieran posar como estatuillas para una fotografía, dialogan en los jardines mientras lucen sus trajes y pelucas blancas. El personaje del dibujante se destaca por vestir de negro cuando el resto viste de blanco, o de forma inversa a medida que transcurre la película. Su sombrero lo caracteriza y diferencia del resto, mientras trabaja con una máquina que le permite definir el encuadre de sus dibujos.

 El personaje principal hará que la dama cumpla con su contrato, pero, a medida que trascurre la historia, Mr. Neville descubrirá nuevos conflictos cotidianos dentro de la mansión de Mr. Herbert.

 No es posible disfrutar de esta película sin la banda sonora de la mano de Michael Neyman, compositor que musicaliza la mayor parte de sus obras. Es clave la música para que la trama se desenvuelva y le dé el carácter grotesco, acompañada por las vestimentas, las poses y los diálogos de los personajes en los que la historia se desarrolla.

 Me es imposible, como artista visual, no analizar la estética de cada una de sus películas, porque su trabajo es detallista y corona sus producciones con un halo místico en el desarrollo de cada una de sus escenas.

 Las películas de Peter Greenaway son piezas perfectas, donde la música y la estética nos envuelven en historias que trascurren de forma lenta, pero que no dejan de sumergirnos en un universo que el autor logra generar en el espectador.

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